4.8.06

El sabor a quemado de la rabia

Estoy por unos días en la antes llamada región mas transparente del aire. El encuentro con mi antigua ciudad ha sido impresionante como casi siempre. Pero ahora la encuentro dividida, no sólo por un enorme plantón que mas parece un campamento de las legiones romanas que un acto de resistencia civil. Este plantón y los hechos anteriores han materializado una realidad de odio y neurosis dentro de esta ciudad tan dada a ello.
Incluso personas de las que jamas lo hubiera pensado, estallan en ataques de rabia contra un hombre, no contra lo que representa y eso por lo menos me deja desconcertado. Yo no entiendo muy bien de estas cosas, me sorprende mucho que la habitual tibieza de la gente se haya transformado en un arrebato a favor o en contra de una sola persona. No entiendo y no se si es porque yo ya no vivo en el df, pero ahora estoy en el, y no comprendo tanta intolerancia de uno y otro lado... creo que debe de ser la ciudad.
Es bueno tomar partido, pero me preocupa la forma tan visceral en la que se esta tomando partido. El asunto no me gusta nada, me recuerda a los golpes de los partidos comunistas de Europa del este después de la segunda guerra. Aunque se diera el recuento, y que milagrosamente el peje lo gane, mucha gente ya lo repudia, y lo repudiara aun mas. El problema de la gente que no quería que el fuera presidente se desatara. Si Calderón se confirma como ganador, solo si el peje lo reconociera las cosas se harían mas o menos normales... pero dudo mucho que ese escenario se de y muchos ya hablan de un interinato por las reacciones tan tibias que ha tenido Calderón. Ese es el problema, nadie esta dispuesto a ceder nada.
Por otro lado, es curioso, pero en realidad estos terribles hechos casi no tienen impacto al menos en Guadalajara donde yo vivo. El centralismo inconsciente de los chilangos y ahí si, de los lopezobradoristas, los hace creer que todo se puede resolver en el df. Pero no les ha preocupado mucho pedir su opinión al resto de la república. Porque los contingentes de los estados no están protestando en sus respectivas localidades? no seria eso mas representativo, mas federalista? porque todos tienen que estar en el df?
Hace unos meses se impugnaron unas elecciones en Ucrania. Los procedimientos que se usaron no distan mucho de los que se usan ahora aquí, movilizaciones masivas. Con el apoyo de la Unión Europea y EUA, se derrocó a un gobierno que se decía a si mismo legítimamente surgido de unas elecciones. Como podemos medir cual es la diferencia en este caso? La revolución naranja, era abanderada también por un líder carismático y que su principal argumento es oponerse a la injerencia de Rusia. Alguna coincidencia?
Esos son los motivos de mi azoro, no entiendo mucho de lo que esta pasando y me preocupa ver tan poca serenidad en uno y otro bando. Pero me preocupa especialmente que esto es un asunto de dos bandos.
Solo espero que cuando esto termine, termine también la rabia... pero al parecer es lo único que no se ira. Como el mal sabor que queda después de quemar algo, como el amargo que nunca se va de las cosas descompuestas. Así el sabor de la rabia se quedara... esperemos que no.

25.3.05

Comiendose los sesos

Bonita expresión metafórica, pero que pasa cuando es real? Providencialmente, ayer por curiosidad me interne en el mundo del blog, y después de varios saltos, decidí iniciar mi propio blog. Claro que no tenia, ni tengo, la mas mínima idea de como hacer para crear temas de interés para una pagina de internet. Creo que la inquietud nació más de poner orden por escrito a una serie de ideas que se van formando en otros ámbitos. De cualquier forma había que poner un nombre y descripción al nuevo engendro. Sin cavilarlo mucho, pensé en un plato que me parece paradigmático y que me abrió a toda una serie de experiencias que en su momento me parecieron alucinantes. Arroz y frijoles, o rice and beans, siendo estrictos. Pasar a ligar las disquisiciones gastronómicas con temas varios, principalmente relacionados con la diversidad cultural, no fue difícil; en especial pensando que una de mis profesiones frustradas que más me duele y de la que más me gustaría quitar el estigma es la de gastrónomo. Hasta ahí todo bien, un glotón que quiere compartir con algunos desventurados internautas su glotonería retocada para hacerla pasar por reflexión. Pero nuestro subconsciente es traicionero, y le gusta armarnos inquietantes juegos de reflejos. La noche inmediata a la confección, surgiendo como Atenea de la cabeza de Zeus, el sueño doto de nueva vida a la criatura. En mis desvaríos oníricos, generalmente gozosos, psicotrópicos y lúdicos, apareció una imagen inesperada. De alguna forma que no recuerdo había logrado extraer mi masa encefálica y me disponía a cocinarla, con un poco de ajo, cilantro y probablemente chile serrano. El principal comensal de la preparación era yo y aun tengo la sensación cerosa que dejan los sesos en el paladar. Sobra decir, pero el platillo era magnifico. En un demencial crossover, devoraba secciones de mi cerebro con el doble fin de eliminar amargos recuerdos y dotarlos de un nuevo significado a través de la alquimica transformación que ocurre con un poco de aceite de oliva. Por supuesto que no me desperté azorado por la imagen, todo lo contrario, me encontraba fascinado por las sensaciones, por ver mi cerebro ahí, por diseccionarlo y por preguntarme como podía hacerlo así tan tranquilo. No tuve el menor intento de despertarme aunque sabia que me encontraba en un sueño, decidí que seria un acto de soberana intolerancia culinaria abandonar dicho banquete por bochornos de esos que se nos condiciona a tener al pasar por la carnicería con su jacarandosa cabeza de cerdo colgando, o peor aun en el amable deposito de vísceras que ofrece panza, cuajo y libro fresco para el deleite vespertino. Estaba verdaderamente fascinado, me devoraba a mi mismo, pero no todo, no el fibroso músculo, ni siquiera el corazón, solo el cerebro con su colesterosa constitución y su relleno de recuerdos que ahora generaban en mi nuevas sensaciones. Si bien era perfectamente entendible mi necesidad simbólica de eliminar cosas de mi mente, la cual se ha visto reforzada con la entrega al monstruo de las pesadillas de la descripción de mi horror nocturno para que el también (!) lo devore convenientemente y no aparezca de nuevo, me tomo a contrapaso que mi subconsciente tomara cartas en el asunto con ese talante y además dando elementos para iniciar una nueva aventura. Con el visto bueno del mago de los sueños, y una vez digerida la situación asumí el sueño como un mensaje, si no divino, por lo menos fabulosos. No sólo somos lo que comemos, comemos lo que somos.